Esta finlandesa acaba de recibir su nuevo látigo y está impaciente por presentarlo a sus fans en Internet. Va a probarlo en vivo poniéndose a cuatro patas para hacerse una flagelación en el culo.
Esta esclava regordeta sufrirá verdaderamente a manos de esta feroz dominatrix. Es un BDSM amateur pero no tiene nada que envidiar a los realizados por los profesionales de esta práctica. La corpulenta mujer pasará un rato bastante doloroso, dejando profundas marcas en sus tetas y nalgas. La dominatrix lesbiana no tiene reparos en azotarla con un martillo. También abofetea las enrojecidas nalgas de su esclava. Los golpes resultantes del severo castigo dejan cada vez más marcas en su cuerpo. A pesar del dolor, la rolliza amateur soporta este BDSM.