La checa Naomi Bennet tiene algunos problemas de salud típicos de las mujeres. Entonces decidió visitar a un ginecólogo. Pero esta mujer de anteojos está lejos de imaginar que este médico es uno de los más desagradables del sector por lo guarro que es. Sin embargo, a primera vista, es difícil detectar que este ginecólogo tenga una mente perversa. Tiene una larga barba gris y parece bastante serio, pero Naomi, que ya lo ha visitado en las instalaciones de
Serial-Fucker descubrirá que no lo es para nada. La visita comienza de la forma habitual donde la checa explica sus problemas antes de realizar los primeros exámenes básicos. La situación se intensifica cuando el ginecólogo le pide que se desnude por completo para inyectarle un líquido en la vagina. Luego, simultáneamente, inserta un termómetro en su culo y coño. Cuanto más avanza la visita, más el médico adopta una comportamiento sucio. Incluso se permite meter un dedo en su ano. Luego, la checa hace que le examinen la vagina con un espéculo. El ginecólogo considera que su pene es apto para la masturbación. Pero para estar realmente seguro, le ofrece un consolador a Naomi. Ella lo inserta en su coño para una mejor experiencia de su médico.